Esto vuelve competitivo el mundo editorial en aquella región. “Yo vivo con mi madre y mi pareja, que también son escritores de tiempo completo, pero tratamos de publicar en años alternos, así que no competimos demasiado”, comenta el escritor Kristin Eirikskdottir.
El país ofrece excursiones por la ciudad donde muestran placas con relatos en las paredes de los edificios públicos de la localidad. Los cuentos narran historias de colonos nórdicos, quienes comenzaron a poblarlo en el siglo IX. Las sagas están escritas incluso en servilletas y tazas de café. Los bancos en los espacios públicos tienen códigos de barras para escuchar una historia por el teléfono inteligente mientras se está sentado.
En cada recorrido por esa ciudad fluyen historias de héroes y heroínas. Los guías de las expediciones se levantan eventualmente para recitar algunos versos de su autoría, mientras cuenta que su abuelo escribe biografías.
Labor de escritor
“Aquí, los escritores son respetados”, dice Agla Magnusdottir. “Ellos viven así; algunos incluso tienen un sueldo”. Magnusdottir es la jefa del nuevo Centro de Literatura, que ofrece apoyo estatal para las obras islandesas y su traducción.
“Se escribe de todo: sagas modernas, poesía, libros infantiles, ficción literaria y erótica, pero lo que está en auge es la novela policial”, explica.
Pedro, Islandia-Tours.blogspot.com
Agosto del 2014
