¿Cuándo?
Mi primer contacto con Islandia tuvo lugar durante el invierno, lo que me hizo pensar que no existía nada más bello que este país cubierto de nieve. Tras pasar cinco años en la isla, aprendí a valorar los encantos que trae consigo el verano, pero aun así, el invierno tiene algo especial, algo que no se puede explicar y que merece ser visto. Normalmente, el invierno propiamente dicho comienza a partir de finales de octubre y suele durar hasta abril.
Normalmente la nieve no llega a Reykjavik hasta primeros de diciembre, aunque lo hace antes al resto de ciudades y montañas. No obstante, conviene recordar que esto son únicamente estadísticas y que el tiempo en Islandia puede ser impredecible; no es imposible que nieve en junio y tampoco que las temperaturas superen los 10 grados en octubre. Los meses de invierno son siempre bastante oscuros, ya que hay muy pocas horas de luz y entre 11 y 16 horas de oscuridad dependiendo del mes.
¿Cómo?
El tiempo puede ser impredecible y errático; a pesar de ello, no hace tanto frío como mucha gente piensa (hace mucho más frío en Nueva York o Canadá) ya que las temperaturas rondan los cero grados todo el invierno. El mayor inconveniente reside en que se trata de un país ventoso, lo cual hace pensar que las temperaturas son mucho más bajas de lo que realmente son. Lleva ropa de abrigo en tu maleta y estate preparado por si has de cambiar tus planes inesperadamente, ya que no es raro que se presente alguna tormenta que haga cerrar algunas carreteras de forma repentina. No olvides consultar el estado de las carreteras.
¿Qué?
Uno de los mejores regalos del invierno islandés es la Aurora Boreal, las cuales son visibles desde septiembre hasta abril. Para poder verla, es necesario que se trate de una noche clara, con cielos despejados, pero no solo eso, sino que también debe haber tenido lugar una intensa actividad solar durante el día. Para disfrutar del espectáculo, puedes intentar buscar por ti mismo los puntos más apropiados o bien contratar los servicios de un guía.
Las actividades que se proponen durante el invierno también son bastante numerosas: esquí y snowboard, montar en trineo de perros, escalada de glaciares… siempre encontrarás multitud de cosas que hacer si decides viajar a Islandia en invierno. No olvides traer tu traje de baño ya que en la isla, las fuentes de agua termal son muy frecuentes y especialmente agradables durante el invierno. En Reykjavik podrás disfrutar del avistamiento de ballenas que se ofrece durante todo el año.
Los Highlands o tierras altas no son accesibles durante los meses de invierno. A pesar de ello, algunos guías específicos (con permiso para ello) podrán llevarte hasta allí. Landmannalaugar es uno de los destinos más bellos de Islandia, ¿qué puede ser más mágico que visitar un paraíso invernal solo o con familia o amigos? Anímate y visita Landmannalaugar en invierno con un guía.
Los festivales y celebraciones se cuentan por decenas durante el invierno, el más famoso de todos ellos es el Iceland Airwaves Festival y el más esperado es el Reykjavík Winter Lights Festival, el cual tiene lugar a mediados de febrero, cuando la luz solar está en su mínimo. No lo dudes y ven a disfrutar del fervor del Año Nuevo y la Navidad en Islandia.
Sé cuidadoso en todo momento, ya que el hielo y la nieve te acompañarán dondequiera que vayas, haciendo tu visita un poco más resbaladiza de lo normal. Ven preparado y ten siempre a mano los números de emergencia. No pierdas de vista la información que se facilita a través de las redes sociales: predicción meterorológica, posibles riesgos de avalancha o cualquier otro cambio inesperado.
Tenlos a mano:
- 112
- http://safetravel.iscreado por el cuerpo de Protección Civil en Islandia
- @safeiniceland
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